Uno de los puntos más importantes para llevar una vida saludable es la sana alimentación. Afortunadamente, seguir una dieta balanceada no requiere grandes sacrificios o complicados cálculos; compruébalo siguiendo estos sencillos tips:
- Come de forma equilibrada y variada, evitando los excesos y consumiendo diariamente alimentos de los grupos fundamentales: cereales, frutas, vegetales, lácteos y carnes.
- Distribuye tu alimentación diaria en, al menos, 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y mantén un horario regular para cada una de ellas; evita saltarlas.
- Consume al menos 2 raciones de frutas y 3 de vegetales al día, así obtendrás la cantidad adecuada de fibra, vitaminas y minerales.
- Al preparar alimentos, procura utilizar métodos de cocción que no requieran grasa (al vapor, horno, parrilla, plancha o microondas).
- Modera tu consumo de sal y al cocinar, agrégala sólo hasta que haya terminado la cocción.
- Tómate tu tiempo para comer y masticar los alimentos, esto facilita la digestión y el aprovechamiento de los nutrientes, además de evitar que te quedes con hambre.
- Bebe al menos 2 litros de líquido diariamente, preferentemente agua.
- Realiza una rutina de ejercicios (sobre todo aeróbicos) para a mantenerte sano, reducir el estrés, bajar de peso y prevenir enfermedades.