El sol es el principal enemigo de la piel; si no la proteges con un buen bloqueador puede sufrir envejecimiento prematuro y melanomas (cáncer de piel).
La alimentación también es básica para cuidar la piel y mantenerla en buen estado. Es por ello que debes consumir alimentos ricos en vitaminas A, B, C y E.; también aquellos que contengan selenio, un mineral con acción antioxidante que disminuye los riesgos de aparición de un tumor o melanoma; cobre, que en compañía de la vitamina C y el Zinc, favorece el desarrollo de la elastina, y fibra, que soporta la estructura de la piel.
Las vitaminas C y E protegen a la piel del daño solar y ayudan a reducir los efectos que producen los radicales libres (inciden directamente sobre el colágeno y la elastina), los rayos UV y la contaminación.
Las vitaminas del complejo B son las encargadas de formar la base de la piel, el cabello y las uñas, mientras que la vitamina A conserva y repara el tejido cutáneo, además es recomendada en tratamientos contra acné y anti-envejecimiento.
Algunos alimentos que permiten mantener una piel bella, lisa y tersa son el brócoli, la col, el repollo, la nuez, la avena, el aguacate, los cereales, el arroz, las pastas o panes de grano entero, las frutas, los vegetales, los alimentos ricos en calcio, las carnes rojas, los pescados y las aves bajas en grasa.
Tan importantes son las vitaminas en el cuidado de la piel que también las puedes encontrar en cremas, jabones y demás productos cosméticos.
Acude a un dermatólogo para conocer a profundidad el estado de salud de tu piel y saber qué recomendaciones debes seguir para cuidarla o mantenerla sana. Proteger tu piel, también es cuidar tu salud.
Fuente: WebMD, con información de la American Academy of Dermatology.