Los carbohidratos, o hidratos de carbono son una categoría de alimentos integrada por los azúcares, los almidones y la fibra. No deben faltar en tu dieta, pues su principal función es suministrarle energía a tu cuerpo, especialmente al cerebro y al sistema nervioso.
Debido a que todo alimento que comemos se convierte en azúcar al interior del cuerpo, se debe tener cuidado con el consumo de carbohidratos, ya que este tipo de nutrientes eleva los niveles de azúcar más que cualquier otro, por esto, no son recomendables para personas con diabetes (sólo si llevan un control muy estricto).
La clasificación de los carbohidratos depende de su estructura química y de la rapidez con que se digieren y transforman en azúcar:
- Carbohidratos simples: aquellos que cuentan con una azúcar (simples) o dos azúcares (dobles). Los simples provienen de la fructosa (frutas) o de la galactosa (lácteos): los dobles provienen de lactosa (lácteos), la maltosa (ciertas verduras y la cerveza) y la sacarosa (azúcar de mesa); la miel también es un azúcar doble, pero aporta algunas vitaminas y minerales. Estos carbohidratos se encuentran en alimentos como la leche, las frutas y las hortalizas; debes evitar los que están presentes en pasteles, dulces, refrescos y demás productos elaborados con azúcar refinada y añadida, pues si bien suministran energía, no aportan vitaminas, minerales o fibra.
- Carbohidratos complejos o ricos en almidón (tres o más azúcares): aquellos que suministran vitaminas, minerales y fibra; puedes encontrarlos en panes, cereales integrales, legumbres, arroz, pasta, maíz, papas, frutas y su jugo, leche, yogur, etc.
Generalmente, entre el 40 y el 60% de las calorías totales para el cuerpo deben provenir de los carbohidratos, preferentemente de los complejos y de azúcares naturales, por lo tanto te recomendamos comer frutas y verduras, arroz, panes, cereales integrales y legumbres. Aprovecha la energía que te brindan y úsala para hacer ejercicio, así te mantendrás en forma y saludable.
Fuente: American Diabetes Association