El consumo de sal debe ser controlado, ya que en caso de una ingesta excesiva, puedes desarrollar problemas cardiovasculares. Entre las principales consecuencias del abuso de esta sustancia se encuentran: hipertensión arterial, retención de líquidos, aumento de peso, enfermedades renales, etc.
Es muy importante que al elegir los productos alimenticios, verifiques la cantidad de sal contenida, dato que puedes encontrar en las etiquetas de los productos como cloruro o benzonato de sodio.
La ingesta diaria recomendada para personas sin problemas de hipertensión es de aproximadamente 2.5 mg.
Una buena opción es buscar otyras formas de sazonar los alimentos, de manera que se reduzca la sal, por ejemplo, utilizar especias, hierbas aromáticas, ajo, cebolla, vinagre y jugo de limón.
Del mismo modo, te invitamos a no tener el salero sobre la mesa durante tus comidas, pues muchas personas tienden a agregar sal a los alimentos sin haberlos probado.
Cuida tu alimentación y la de tu familia consumiendo una mayor proporción de verduras, frutas, cereales, etc., y realizando alguna actividad física.