Estas enfermedades suelen aparecer cuando existen obstrucciones en los vasos sanguíneos (frecuentemente de grasa), las cuales impiden la irrigación de la sangre al corazón o al cerebro.

Las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) se encuentran clasificadas de la siguiente manera:

• La cardiopatía coronaria: falta de irrigación al miocardio.
• Las enfermedades o accidentes cerebrovasculares: falta de irrigación al cerebro.
• Las arteriopatías periféricas: falta de irrigación a los miembros superiores o inferiores.
• Las cardiopatías reumáticas: lesiones del miocardio y de las válvulas cardiacas causadas por la fiebre reumática, que es una enfermedad generada por bacterias denominadas estreptococos.
• Las cardiopatías congénitas: malformaciones del corazón desde el nacimiento.
• Las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares: coágulos de sangre en las venas de las piernas que pueden desprenderse y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones.

A los factores de riesgo característicos de estas enfermedades se les llama “modificables”, pues corresponden a hábitos de vida que podemos cambiar y controlar, por ejemplo, no llevar una dieta sana, no realizar actividad física de manera regular y fumar. Con estos hábitos, se corre el riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad, presión arterial alta e incluso, diabetes.

Para eliminar estos riesgos, sólo basta con tomar en cuenta las siguientes recomendaciones: comer sanamente, hacer ejercicio al menos 30 minutos diarios y, sobretodo, no fumar. En caso que tengas sobrepeso, concentra tu energía en estos hábitos para perder kilos, pues esto también es una medida de prevención.

Fuente: OMS.